Torturas de la inquisición

La Inquisición (Tribunal del Santo Oficio) se creó para perseguir y castigar la herejí­a, pero en la práctica fue utilizada como un arma de represión religiosa y social. Sus sentencias se ejecutaban como autos de fe y eran llevados a la práctica en olor de multitudes para dar ejemplo y como medida persuasoria.

En este post nos vamos a centrar en los diferentes autos de fe o, mejor dicho, las torturas que sufrí­an los desgraciados:

.*Flagelación: se desnudaba al reo hasta la cintura, dejando su torso al descubierto. Una vez hecho esto, el verdugo lo azotaba en la zona descubierta hasta que confesaba, o hasta que terminaba perdiendo el sentido.


*El potro: el potro consistí­a en una tabla, o rueda en muchos casos, sobre la que era apoyado el reo y atado de pies y manos por unas cuerdas que eran tensadas por medio de un torno. Ante las preguntas del tribunal, y obteniendo respuestas desfavorables, se iban tensando progresivamente las cuerdas para infringir dolor sobre el reo. En muchos casos se llegaba a la dislocación de las extremidades.


*La Cuerda: esta tortura consistí­a en una polea que era colgada del techo dentro de la sala de torturas; luego cogí­an al reo y le ataban las manos a la espalda, con una cuerda que pasaba por la polea. Una vez que estaba bien sujeto, el reo era elevado a dos e incluso hasta tres metros para luego dejarlo caer violentamente. El procedimiento se repetí­a hasta obtener la confesión, o hasta que el reo quedaba exhausto.

*Los carbones: para esta tortura se utilizaban carbones al rojo vivo, y eran aplicados en las zonas más sensibles del cuerpo. Los carbones eran aplicados mientras se encontraban al rojo vivo, a una temperatura de alrededor de 300 grados.


*La bota malaya es un artilugio con forma de bota de madera con un mecanismo de prensado. Al girar la palanca, la bota se va encogiendo por dentro. El resultado final es como si a una persona que calza el 42 se le pone una bota de madera del 30: huesos del pie rotos y terribles dolores.

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*La cabra: uno de los más originales y perversos de todos los métodos empleados era el de la cabra. Consistía en bañar los pies del reo (que se encontraba atado) en agua salada. Acto seguido, se le acercaba una cabra a los pies. El animal comenzaba su lenta tarea de pasar su rugosa y áspera lengua lamiendo la planta de los pies del reo y, sin detenerse, seguí­a repitiendo este acto hasta que desollaba la piel, la carne y llegaba hasta el hueso. Esto aseguraba dolor no solamente en el momento de la tortura, sino que cuando el reo era llevado a su celda, no recibí­a ningún tipo de atención sanitaria. Por lo que no era raro que estas heridas se infectaran, y en muchos casos provocaran la muerte.


*El agua: la tortura del agua consistí­a en poner un embudo en la boca, y se les hací­a ingerir grandes cantidades de agua hasta casi reventar.

*La cuna de Judas: Se colocaba al delincuente sobre una afilada pirámide de metal completamente desnudo. Se les dejaba caer sobre ella unas cuantas veces con mayor o menor presión causando graves daños en los genitales y el trasero.

*La rata: Se colocaba sobre el vientre del reo una caja de metal normalmente con un agujero en su base, dentro de la caja se encuentra una rata. Esta caja se calentaba lo que ocasionaba que la rata buscara un sitio por donde salir y lo más lógico era que eligiera la parte más blanda. Excavaban en la barriga de su víctima infringiéndoles un dolor insoportable.

*Taburete Sumergible: Utilizado principalmente en mujeres acusadas de brujería. La silla era sumergida bajo el agua quedando la persona torturada inmovilizada bajo el agua sin poder respirar, el inquisidor decidía cuanto tiempo debía permanecer el torturado o torturada sumergido, el proceso solía repetirse hasta que el torturado moría ahogado o confesaba, caso en el cual se ejecutaba al acusado ahorcándole o en la hoguera más tarde

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*La Cuna: Esta se podría considerar una forma evolucionada de la cuna de Judas. Se obligaba a la víctima a sentarse sobre una cuña de metal extremadamente afilada, el peso del cuerpo unido al de las cadenas y bolas pesadas que se le unían a los tobillos causaban que se fuera clavando el metal en el cuerpo hasta que causaba la muerte, normalmente por desangramiento aunque en algunos casos si el cuerpo se torcia podía incluso amputar una extremidad

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*La dama de hierro, que consistía en un gran sarcófago con forma de muñeca en cuyo interior, repleto de púas, se situaba a la víctima y se cerraba, quedando todas las púas clavadas en su cuerpo.

*EL TORO DE FALARIS

Los alaridos y los gritos de las víctimas salían por la boca del toro, haciendo parecer que la figura mugía. De todas formas, no existen pruebas. Al contrario, Falaris fue considerado por escritores casi contemporáneos un gobernante culto y justo. El toro de Falaris estaba presente en numerosas salas de tortura de la Inquisición de los siglos XVI, XVII y XVIII.

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